El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad. Por eso Greenpeace trabaja para lograr un modelo energético sostenible, capaz de reducir las emisiones de CO2, y en el que la opción nuclear quede definitivamente descartada. Apostamos por una revolución energética y ¡queremos que te unas a ella!
Si no reducimos rápida y drásticamente las emisiones de gases efecto invernadero en todo el mundo los impactos del cambio climático serán realmente graves. Las emisiones de este tipo de gases han aumentado mucho desde la época preindustrial por el modelo energético global basado en la quema de combustibles fósiles.
Los impactos del cambio climático ya son perceptibles, y quedan puestos en evidencia por datos como:
- El aumento de la temperatura global de 0,85 ºC, el mayor de la historia de la humanidad.
- La subida del nivel del mar.
- El progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico.
Pero hoy también podemos ver los impactos económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como:
- Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
- Las sequías.
- Los riesgos en la salud.
- Los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes.
Y es que el 97% de los científicos está de acuerdo en que el cambio climático está sucediendo ya, y que está generado por los gases de efecto invernadero emitidos por el ser humano. ¿Y cuál es el mayor responsable del conjunto de esas emisiones nocivas? El sector energético, debido a su uso de energías sucias (petróleo, carbón y gas). Unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las emisiones mundiales.
Los expertos marcan el aumento de 2 ºC de temperatura como el umbral que no debemos alcanzar si no queremos vivir los peores impactos del cambio climático. Sin embargo, en los peores escenarios probables que los expertos reflejan, el aumento de temperatura podría llegar a los 4,8 ºC para final siglo. Además, las inversiones para la adaptación al aumento de la temperaura serán mucho más elevadas cuanto más tardemos en actuar. Según el Banco Mundial, las pérdidas por los desastres naturales alcanzan los 3,8 billones de dólares desde 1980.
España está entre los países más incumplidores del Protocolo de Kioto, lo que nos ha llevado a gastar de 800 millones de euros en la compra de derechos de emisión. Por si eso fuera poco, la última reforma del sector eléctrico frena las energías renovables, penaliza el autoconsumo energético, y fomenta energías sucias, como la extracción de petróleo y el fracking (un sistema altamente contaminante que permite extraer gas o petróleo fracturando el subsuelo).
Los impactos del cambio climático ya son perceptibles, y quedan puestos en evidencia por datos como:
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